Dicen que el primero en notarlo fue un
daltónico, un argentino llamado Martín. Fue en el segundo decenio del 2000,
cuando las gafas correctoras de su deficiencia óptica se hicieron populares. Su
familia juntó una pequeña fortuna y lo sorprendieron con ellas el día de su
cumpleaños. Su reacción fue filmada por un primo suyo, y subida a Internet.
Claro que dicho video ya no existe, pero yo llegué a verlo.
En el video, Martín está exultante. Abre el
paquete de regalo, reconoce las gafas, llora de emoción. Las había visto miles
de veces en Internet, y ahora eran suyas. Con manos temblorosas, se las coloca.
Entonces estalla de alegría. Toca las flores que su madre le acerca en forma de
ramo, las toca como si pudiera sentir sus colores, no su textura. No es el único
que esta llorando a esta altura. Julio, el primo que lleva la cámara, es quién
le propone salir de la casa y ver la calle.
Martín respira profundo, y abre la puerta. Su
familia lo ve mirar hacia el cielo, enmudecido. Como en trance, camina hacia la
calle, cruza las manos detrás de la nuca.
“¿Martín?” pregunta su madre, se oye preocupada.
“Es una locura…”Martín responde y ríe nervioso.
Mira el cielo como si quisiera beberlo con los ojos. Entonces ocurre. Las
mejillas se le palidecen. Se saca las gafas y las vuelve a poner. Repite el
movimiento varias veces, como un loco.
“Mamá… ¿ese edificio siempre estuvo ahí?”
Julio suelta la cámara y esta cae al suelo.
Desde allí, sigue filmando. Se pueden verlos pies de Julio corriendo hacia su
primo. Alguien se acerca y apaga la cámara.
Dos horas después y pese a los reproches de la
familia, Julio sube el video a la red. Esa noche, la casa de Martín se vio
rodeada de camionetas negras, sin patentes.
Te salió un buen cuento, esas gafas no sé si serán igual pero tuve la ocasión de ponerlas y es una pasad , todo lo que vives con ellas es de vértigo. Un abrazo .
ResponderEliminar¡Muchas gracias! No conozco las ganas en persona, pero ví algunos videos de personas daltónicas estrenándolas y me inspiraron.
EliminarQuise decir gafas en lugar de ganas jaja
EliminarEstupendo relato. Te engancha hasta el final 👏👏 abrazos de luz.
ResponderEliminarMe alegra que lo disfrutaras, Nuria. Otro abrazo para vos!
EliminarHola Ayelen buenísimo tu relato,
ResponderEliminarno conozco esos anteojos, pero
no creo los usaría.
Besitos dulces
Siby
Sí, creo que yo tampoco. Gracias por tu visita!
Eliminarmuy bien llevado siendo lo corto que es. cuando aumenta el crescendo, a partir de la alegria de ponerselas, empiezas a acortar las frases, preparandonos para algo gordo. me hubiera gustado un poco mas largo y concretado,. me he quedado con ganas de mas.
ResponderEliminarbesosss ayelen
Muchaa gracias por tu comentario! Tomaré en cuenta tus consejos para mis próximos escritos!
EliminarHola!!! acabo de descubrir tu blog y me encanto *-* más tu relato, estuvo fantástico, mis felicitaciones :D me quedo en tu blog como tu nueva seguidora para seguir leyéndote, si gustas visitarme mi blog es http://plegariasenlanoche.blogspot.com/
ResponderEliminarUn beso desde Plegarias en la Noche.
¡Muchas gracias por tus palabras, Tiffany! Visitaré tu blog, por supuesto.
EliminarMe ha gustado mucho como has atrapado mi interés por el relato... subiendo y subiendo la curiosidad y obteniendo con satisfacción el premio final.
ResponderEliminarBravo!!!
Me alegro mucho de que el cuento te gustara, Toro!
EliminarEl relato engancha desde el principio hasta el final.
ResponderEliminarMuy interesante.
Muchas gracias por tu comentario y tu visita!
EliminarHola Ayelén Aikén vengó de un blog en común y paso a conocer tu espacio el cual me parece lindo.
ResponderEliminarRespecto a tu relato me pareció inspirador y muy bien relatado además de interesante el tema manejado, gracias por compartir, te sigo y volveré si no te molesta, si gustas estas invitada a mi blog también.
Hola Jorge! Antes que nada, gracias por tus oalabras. Me alegra que te guste mi cuento! Ahora mismo visito tu blog y sos más que bienvenido visitar mis próximas entradas!
EliminarQué gran relato. Es una maravilla. Te tiene en tensión hasta el final. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Rocío! Gracias! Con gusto visitaré tu blog. Besos!
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