Dicen que Vincent comía pintura amarilla para ser feliz. Dicen que era un borracho maleducado y que se acostaba con sórdidas prostitutas. Dicen que se disparó y hasta en eso falló, porque agonizó durante días. Dicen que fue una carga para Theo.
Los escucho decir, y mirarme incrédulos e impacientes, esperando que despegue el recorte de revista con la cara del holandés que pegué en mi armario.
Vincent.
Miro los ojos verdes, hermosos y torturados, y entiendo porque tragaba pintura amarilla, porque estoy tan desesperada por arrancar esta tristeza encarnada que me bebería mil noches estrelladas.
Comprendo porque se embriagaba, porque paso horas y horas en Internet, para no pensar ni un poco, y solo la escritura y el teatro me sacan de ese limbo, porque el arte te desgarra y te obliga a ver tu interior.
Entiendo hasta lo de las prostitutas. Entiendo que quisiera quitar ese veneno que consumía su mente con cualquier distracción disponible. Claro que lo entiendo, ¿como no hacerlo?
Incluso entiendo su escopetazo, mucho más de lo que jamás comprenderé otros suicidios célebres.
No se si Van Gogh fue un buen hombre. Espero que no. Que no del todo. Porque jamás podría ver de nuevo mi reflejo en sus pinturas. Espero que alguna vez haya sido feliz, aunque le haya costado el precio de unas cuantas pinceladas caóticas que no nunca le dieron suficiente dinero para vivir, pero que enriquecieron a sus herederos en un muy injusto futuro.
Me dicen que Vincent bebía pintura amarilla para ser feliz. Me sentaría a su lado, le pediría una copa, y brindaría por él. Y por mí. Que Dios se apiade de los dos.
No se si eso sera cierto pero raro, raro jajaja. Ahora bien si él era feliz pues que beba pintura. Un buen documento. Besos guapa.
ResponderEliminarJajaja gracias por tu visita, Campirela!
EliminarOh, Van Gogh'un gerçekten boya içmesi hem büyülü hem de ürkütücü ... ama resimlerinin güzel olduğu ve dünya çapında iyi tanındığı inkar edilemez.
ResponderEliminarEndonezya'dan selamlar
Ziyaretiniz ve yorumunuz için çok teşekkür ederim. Resimlerini gerçekten beğendim.
EliminarArjantin'den selamlar
Muy bonito relato poético... Saludos a la distancia.
ResponderEliminarGracias, Sandra!
EliminarEl relato es excelente.
ResponderEliminarMuy bueno.
A mí me gusta la gente que no vegeta en la normalidad.
Esos me aburren infinito.
Me halagan mucjo tus palabras (sobre todo porque me gusga mucho como escribís)
EliminarY coincido en eso último.
Saludos!
me gustas
ResponderEliminarme gusta como escribes
te dejo un abrazo
Muchas gracias! Me halagas mucho 💜
Eliminarpobre Vicent, le toco vivir una época dificil y ser hijo de un padre fanático. Es fácil criticar lo que no se conoce ni se ha vivido. Creo que fue y es un gran artista, eso me basta.
ResponderEliminarFelicidades Ayelén.
mariarosa
Pienso lo mismo, María.
EliminarGracias por tu comentario y tu visita!
hay ratos para todo. algún día seguro que fue feliz incluso sin pintura amarilla. (posiblemente al crear) . su siquiatra no le habría recetado eso, pero tampoco creo que lo habría curado. seguramente sufrió más que la media, pero hay ratos para todo.
ResponderEliminarmuy impactante tu expresión y tu acercamiento.
me ha gustado mucho. tienes una vena trágica y eres muy versstil
Abrazosss Ayelen
Gracias Gabiliante, me halagan mucho tus palabras.
EliminarSiempre me pregunto como habrá sido el día a día para ese hombre.
Un encanto de blog. Te sigo.
ResponderEliminarAbrazos🌺
Bienvenida! Te sigo también 🌹
EliminarHola amiga Ayelén, woow que relato tan genial, me ha encantado, las personas solitaria, extrañas, creativos y de una inspiración peculiar suelen sufrir mucho o ser ignoradas, sin embargo quizá tuvo momentos de felicidad.
ResponderEliminarMe encanto tu relato amiga , un abrazo y se muy feliz
Gracias Jorge! El mundo no esta preparado para los distintos, por mucho que finja que sí.
EliminarUn abrazo para vos
Hola Ayelén feliz día de la mujer, un abrazo
EliminarMuchas gracias, Jorge!
EliminarUn genio incomprendido, sin duda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Rocío. Gracias por tu visita. Un abrazo para vos.
EliminarAyelén,
ResponderEliminarPor ser periodista y Máster en Filosofía, felicito a un blog dedicado a la cultura.
Realmente disfruté tu espacio en la web.
¡Abrazos y mantente alejado de este virus, hasta que todo vuelva a la normalidad!
Muchas gracias, Douglas!
EliminarIgualmente, cuidate tú también
De los tres! Pues con gusto me siento a la mesa también...
ResponderEliminarUn texto original y creativo. Acorde con ese amplio currículum tuyo.
Abrazo.
Seguro Vincent no tendría problemas con invitarte. Y yo tampoco.
EliminarSalud!
El relato se ajusta, a quiénes apreciamos a un Van Gogh tan humano, y estresado, sin un ángel a su lado, y deprimido, al que sólo le quedaba la pintura y un buen "polvo" con una puta de abajo, para desangrar su dolor por una existencia donde sentía que todo estaba perdido, Bebamos el amarillo de sus pinturas. Un abrazo desde mi cubil. Carlos
ResponderEliminarQue hermosas palabras, Carlos!
EliminarUn abrazo para vos también.
Que Dios se apiade.
ResponderEliminarHace poco releí las Cartas a Theo y me introduje de lleno en el pensamiento -¿perturbado la mayor de las veces?- del pintor. No fue feliz, al parecer, no; quizás algún momento... Pero nunca se es feliz del todo porque la felicidad, como la libertad, es un mito, una senda a la que llegar sin que se logre.
Bueno, gracias por el texto Ayelén. Llegué al azar y me enganchó rápidamente el tema.
Saludos.
Hola Teo! Voy a leer ese libro que mencionas de las cartas a tu casi tocayo.
EliminarEs verdad, la felicidad es un mito, al menos en esta vida.
Gracias por tu visita y que bueno que te gustó.
Te mando un abrazo!